Monográfico - Envíos

2024-10-07

La ciudadanía en la esfera mediática digital

Coordinado por:

Eva Campos Domínguez (University of Valladolid)

Guillermo López García (University of Valencia)

La disputa entre los diferentes actores políticos y sociales por dominar los flujos de comunicación en la esfera pública contempla tanto el control de la agenda como de los espacios en los que se desarrolla este debate. Esta pugna se acentúa en la circunstancia actual de sobreabundancia de contenidos, especialmente distribuidos en canales electrónicos, y de una atención pública que no suele responder al criterio de la calidad de la información. Los autores, profesionales o no, de estos mensajes –verificados, tergiversados o voluntariamente falsos–, compiten entre sí por los mismos públicos (Bennett & Livingston, 2022). Las plataformas digitales han potenciado las capacidades de accesibilidad, visibilidad e influencia de los agentes sociales, políticos e institucionales, tanto en el ámbito de la comunicación política como más allá de él. Mientras tanto, los viejos medios, que también se han abierto espacio en este entorno híbrido (Chadwick, 2013), pierden parcialmente su control de la opinión pública (Bennett & Iyengar, 2008). En este escenario, los usos estratégicos por parte de líderes políticos, de quienes están en el poder y en la oposición, están condicionados por las nuevas dinámicas de la expresión pública y de la conversación social. En ellas intervienen múltiples actores, efectos y procesos comunicativos, que determinan la complejidad de la opinión pública (López García, 2017).

La comunicación política ha de ser congruente con los problemas y las sensibilidades sociales que la ciudadanía necesita que sean atendidos o resueltos. La opinión pública no puede generarse espontáneamente (Grossi, 2007), sino que exige el rol de un liderazgo de opinión desde arriba −en el ámbito político y del poder− y desde abajo −socialmente, a través de grupos, movimientos o asociaciones−. Tradicionalmente, los medios de comunicación se encargaban de seleccionar, subrayar y dirigir la atención hacia ciertos temas, opiniones y controversias (y no hacia otros), así como de promover, apoyar, encuadrar, interpretar y orientar determinados conceptos y símbolos que luego se convertían en objeto de enfrentamiento y negociación para la discusión pública. Sin embargo, con el auge del capitalismo comunicativo (Dean, 2005), la centralidad de las redes sociales diversificó esta función de los medios avanzando hacia una esfera pública postmediática (López García, 2022). Esto ha resultado en una disminución del papel mediador de los emisores y en una transformación de los roles de los diversos actores sociales y políticos en la comunicación.

En este contexto, la ciudadanía, antes relegada a un papel fundamentalmente pasivo, asume un rol múltiple que implica no únicamente recibir, sino también generar, intercambiar y reenviar información de diverso tipo (Calvo & Campos, 2021). Como resultado de la desaparición de los públicos pasivos, las perspectivas de la investigación introducen a la ciudadanía en la esfera mediática digital. Estas transformaciones conllevan diversos fenómenos, como las movilizaciones impulsadas por expresiones de enfado e ira (Killen, 2023) y que, a través de canales de comunicación digital, legitiman experiencias que surgen en esferas públicas periféricas, ahora con la capacidad de llegar al gran público, como es el caso de los angry voters. En el polo opuesto, un sector cada vez más amplio de la ciudadanía evita las noticias y se expone únicamente a productos de entretenimiento, lo que favorece el fandom político y la política pop (Mazzoleni, 2019).

 

Este número tiene como objetivo reunir investigación que permitan comparar las formas −tradicionales y emergentes− de liderazgos, estrategias y tematización política en un mundo en el que la atención pública se encuentra altamente competida y, a su vez, filtrada por lo ideológico. Durante los últimos años, las redes sociales se han consolidado como un espacio crucial para la información y la discusión política. El número no pretende enfocarse únicamente a examinar las conexiones entre las agendas de los distintos actores y el papel dominante que se le ha atribuido de forma tradicional a los medios de comunicación masivos, tanto a los convencionales como a los digitales. También busca conocer los procesos que conllevan la contraposición de intereses, fuerzas sociales y políticas que se manifiestan a través de sus temas y dinámicas en el espacio público. Además, se interesa por el desarrollo de las controversias en las distintas esferas de la vida social (Palau & López-García, 2022). La intención es generar un debate desde esta orientación que permita examinar las interrelaciones entre estos ámbitos en la configuración de la comunicación política.

 

Líneas temáticas

 

    El rol del público en la esfera mediática digital.

    Democracia participativa y democracia de audiencias.

    Activismo social en la era digital.

    Nuevos líderes de opinión y su impacto en el discurso público.

    Enfoques teóricos sobre participación ciudadana.

    Construcción de la agenda pública en el entorno digital.

    Radicalización, extremismos y amenazas antidemocráticas.

    Desafíos de la intermediación mediática.

    Consecuencias sociales y políticas de la polarización.

    Desconcierto informativo y deterioro del periodismo.

  • Fecha límite de envío de trabajos: 30 de noviembre de 2024
  • Es necesario especificar en el manuscrito que se dirija a esta convocatoria en la presentación.
  • Directrices para los autores: http://analisi.cat/about/submissions#authorGuidelines
  • Los artículos pueden estar en inglés y que estén vinculados a investigaciones financiadas.
  • Las preguntas pueden dirigirse a: analisi@uab.cat
  • El número especial se publicará en junio de 2025